Hormigueo, irritación, sensación de arena en los ojos... El ojo seco se caracteriza por una reducción de la cantidad o calidad de las lágrimas. También conocida como síndrome del ojo seco, esta afección oftalmológica puede tener múltiples orígenes, y requiere un tratamiento adecuado para evitar complicaciones.
¿Qué es el ojo seco?
Para entender la sequedad ocular, es importante recordar el papel esencial que desempeñan las lágrimas. Formadas por agua y sustancias grasas, las lágrimas son esenciales para proteger las estructuras oculares de las agresiones externas (viento, frío, contaminación, etc.). Segregadas por las glándulas lagrimales, las lágrimas se distribuyen por el parpadeo de los párpados sobre la superficie del ojo. En el caso de los ojos secos, este proceso fisiológico funciona mal. La cantidad o calidad de las lágrimas ya no es suficiente para realizar esta tarea correctamente.
¿Cuáles son los síntomas del ojo seco?
El síndrome del ojo seco se manifiesta de diferentes maneras:
- escozor, picor, irritación ocular
- dificultad para abrir los ojos por la mañana, párpados pegados
- sensación de granos de arena en los ojos
- sensación de ardor
- hipersensibilidad a la luz
- desgarro excesivo
- tensión ocular
- aumento de la frecuencia de parpadeo...
Causas del ojo seco
Para identificar la causa del síndrome del ojo seco, el oftalmólogo debe determinar dónde está afectada la película lagrimal. La película lagrimal está formada por tres capas:
- La capa lipídica: segregada por las glándulas de Meibomio, esta capa sirve para lubricar y evitar la evaporación de las lágrimas.
- La capa acuosa: producida por las glándulas lagrimales, nutre y protege la córnea
- La capa mucínica: fabricada por las glándulas mucoides, esta capa permite que la película lagrimal se adhiera a la córnea.
Cada una de estas capas puede estar implicada en el síndrome del ojo seco. Se distingue entre sequedad acuosa, sequedad evaporativa y sequedad mixta.
¿Quiénes son las personas en riesgo?
De los 4 millones de franceses que padecen sequedad ocular, sólo una minoría sufre de sequedad acuosa por insuficiencia de lágrimas. La gran mayoría de los afectados padecerían sequedad evaporativa pura o mixta (36% 2) causada por una disfunción de las glándulas de Meibomio. Situadas en los párpados superiores e inferiores, hay entre 50 y 70 glándulas de Meibomio por ojo. Si se obstruyen, su secreción se vuelve insuficiente, lo que provoca una reducción del grosor de la capa lipídica, una reducción del grosor de la capa acuosa y, en última instancia, la desecación del ojo.
¿Cómo se puede prevenir la sequedad ocular?
Para prevenir la aparición de la sequedad ocular, hay que tomar algunas precauciones:
- evitar frotarse los ojos o los párpados
- no se exponga al humo del tabaco
- evitar el aire acondicionado
- humedezca y ventile al máximo su casa y su oficina
- proteja sus ojos del viento utilizando gafas de sol
- limitar el tiempo que se pasa delante de la pantalla del ordenador o, si es necesario, hacer descansos regulares
- consultar los efectos secundarios de los medicamentos...