En la década de 1920, un oftalmólogo estadounidense, William H Bates, desarrolló un método para mejorar la vista, aliviar la tensión ocular y prevenir la presbicia: ¡el yoga ocular! Aquí tienes 10 ejercicios que debes practicar a diario para cuidar tus bonitos ojos...
Respirar bien
Los ojos son sensibles a la respiración. Inspira profundamente y espira profundamente... ¡Es un ejercicio beneficioso para oxigenar las diferentes estructuras que componen tus ojos!
Bostezar regularmente
Para potenciar los beneficios de la respiración profunda, tómate el tiempo de bostezar... ¿Por qué? Para estimular los músculos alrededor de los ojos. Este sencillo movimiento permite limpiar los ojos activando las glándulas lagrimales.
Parpadeos sin moderación
Para mantener una buena visión, es imprescindible una buena lubricación de la superficie ocular. Por término medio, el parpadeo se produce cada 5 ó 6 segundos. Sin embargo, esta frecuencia suele ser mucho menor frente a la pantalla del ordenador o cuando leemos. Sin embargo, la mirada fija prolongada aumenta el riesgo de sequedad ocular. Así que acostúmbrese a hacer una pausa para parpadear.
Experimente el vals de los elefantes
Detrás de este divertido nombre se encuentra un movimiento muy sencillo de realizar: bien anclado sobre los pies, girar alrededor de su eje central realizando amplios movimientos, y sin buscar fijar nada. Este ejercicio no sólo te relaja, sino que también hace trabajar a tus ojos.
Trabajar en la convergencia
El objetivo de este ejercicio de yoga es entrenar la alternancia entre la visión cercana y la lejana. Para ello, coloque una pequeña caja de cartón a unos 20 cm de su nariz. A continuación, visualice un objeto alejado de su campo de visión. Mira la cartulina e imagínate dibujando sus contornos. El objeto en la distancia aparecerá borroso. Haz lo mismo con el contorno del objeto lejano. Esta vez es el cartón el que se desdibuja.
A la vuelta de la esquina
Para entrenar los 12 músculos oculomotores que componen los ojos, he aquí un ejercicio muy eficaz: imagine que le han colocado un reloj gigante delante de usted. Diviértete -sin mover la cabeza- dándole vueltas visualmente tres veces en una dirección y luego tres veces en la otra.
Descansar los ojos
¿Sufre de fatiga visual? ¡Intenta palmarla! Siéntate y tápate los ojos con las manos ligeramente superpuestas, con los codos apoyados en la mesa. Cierra los ojos y despeja la cabeza. Repetir la operación varias veces al día durante unos minutos.
Dibujar el contorno de los objetos
Ideal para poner en funcionamiento la visión central, este ejercicio consiste en trazar los contornos de los objetos que componen el campo de visión con un pincel imaginario. Recuerda que debes trabajar con objetos que estén más o menos cerca de ti...
Tomar el sol
Tomar el sol es, en realidad, bañar los ojos en luz para disfrutar de sus beneficios. Aprovecha un bonito día de sol para poner los ojos -con los párpados cerrados- bajo el suave calor del sol. Relájate y deja que la sensación de bienestar te invada. Abra los ojos lentamente y tómese el tiempo necesario para recuperar toda su capacidad visual.
Prueba de binocularidad
Nuestros ojos no tienen capacidades visuales similares. Tenemos un ojo que dirige y otro que no dirige. Para diferenciarlos, enmarque un objeto en su campo de visión entre el pulgar y el índice. Primero esconde un ojo, luego el otro. Su ojo director es el que reproduce una imagen casi idéntica a la que ve con ambos ojos.
