8 de junio de 2022

Salud ocular: cómo proteger los ojos de los rayos UV

La piel no es el único órgano que necesita protección solar. Nuestros ojos también merecen estar armados contra los notorios efectos dañinos de los rayos ultravioleta que, aunque invisibles, no son menos peligrosos para las estructuras oculares. Innoxa te da algunos consejos para preservar el capital solar de tus ojos.

¿Cuáles son los diferentes tipos de luz ultravioleta?

Existen tres familias de luz ultravioleta (UV):

  • UVA: es el más peligroso para los ojos, ya que puede afectar al cristalino en los adultos y a la retina en los niños;
  • UVB: son absorbidos por el cristalino en los adultos, lo que no ocurre en absoluto en los niños;
  • UV-C: este último tipo no es peligroso, ya que es bloqueado casi por completo por el ozono de la atmósfera.

¿Por qué es peligrosa la radiación ultravioleta?

Los rayos UVA y UVB afectan a los ojos de tres maneras diferentes:

  • por radiación directa: ésta fluctúa según la estación, la altitud y la zona geográfica;
  • por la dispersión de los rayos ultravioleta: es el resultado de la reflexión de los rayos solares y, por tanto, varía en función de las nubes;
  • por la reflexión de los rayos UV: depende de la naturaleza del suelo. Se sabe que la nieve, por ejemplo, tiene un poder de reverberación 7 veces mayor que el del agua.

¿Cuáles son los signos de sobreexposición al sol?

A diferencia de los rayos infrarrojos, cuyos efectos nocivos se perciben casi inmediatamente, los rayos UV aparecen tarde y a veces son difíciles de percibir. Esto es lo que los hace aún más insidiosos. Por ello, es importante aprender a reconocer los primeros signos de sobreexposición a los rayos solares. Entre los síntomas más característicos están: lagrimeo excesivo, hipersensibilidad a la luz, escozor, picor, enrojecimiento...

¿Qué daños causa la radiación UV en los ojos?

Todas las estructuras oculares pueden verse potencialmente afectadas, de forma independiente o conjunta, por la exposición prolongada y repetida a los rayos UV:

  • Párpados: al igual que toda la superficie de la piel, los párpados pueden ser víctimas de quemaduras (quemaduras solares);
  • la córnea: la falta de protección puede provocar una ulceración corneal (queratitis), que puede volverse crónica en caso de sobreexposición regular;
  • el cristalino: la exposición excesiva a la luz ultravioleta es un factor de riesgo de cataratas prematuras;
  • la retina: una acumulación de dosis ultravioleta aumenta el riesgo de degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

¿Cómo puede protegerse de los efectos nocivos de la radiación UV?

Adoptar una protección solar de calidad es la única alternativa eficaz a los riesgos asociados a la sobreexposición al sol. Pero en cualquier caso, es imprescindible limitar al máximo el tiempo de exposición al sol. Incluso se recomienda que los bebés y los niños no se expongan al sol en absoluto. En el caso de los niños mayores, no se debe hacer ninguna exposición sin llevar gafas de sol. Hay que recordar que hasta los 12 años, el cristalino deja pasar casi el 75% de los rayos UV, frente al 10% a partir de los 25 años.